domingo, 28 de abril de 2013

reflexiones en la parada del autobús

El otro dia por la tarde, vi en la parada del autobús dos novios peleandose.
La chica estaba furiosa, gritaba, gesticulaba, lloraba, estaba  fuera de sí, él inmóvil, callado,  aturdido,
desorientado, intentaba pararla, miraba alrededor, se avergonzaba por las miradas de la gente, estaba preocupado, casi aterrorizado, tenia miedo, miedo de perderla para siempre.
A ella al contrario no interesaban los demás, estaba furibunda, su piel era como si emanara rayos eléctricos, los ojos agrandados, la voz ronca y no tenía más lagrimas.
Me asaltó una sensación de tristeza, advertí un escalofrío por la espalda, yo estaba verdaderamente preocupado por la chica, su rostro se puso más pálido, su cuerpo temblaba.
Al final afortunadamente se sentó en el banco cerca de mí, su cara poco a poco empezó a tomar color, parecia más relajada y antes, aunque estaba peleando, advitió que yo había seguido toda la escena, ella estaba segura que yo había entendido y que estaba de su lado, por lo tanto se volvió hacía de mí y mirandome me lanzó una fugaz sonrisa de complicidad.
Poco después, los novios se levantaron juntos y se marcharon.
Aquella tarde la chica dio a su novio una lección fundamental, y yo estoy seguro de que él no olvidará tan facilmente aquél momento en que estaba perdiendo su amor. (o al menos era lo que ella le había hecho entender)

Gaetano

No hay comentarios:

Publicar un comentario